domingo, abril 01, 2007

cuentos por construír - 5

El alcohol en mi organismo había ya afectado mi sistema motriz. Me dí cuenta de ello cuando casi tropecé al cruzar una calle.
Seguía caminando, concentrándome en caminar lo más crecano a la normalidad, eso y en no caerme, por supuesto.
Mientras, me puse a pensar si había logrado olvidar. A final de cuentas es lo que se dice, que se toma para olvidar, ¿no es así?
Al llegar a mi auto, me senté al volante y comencé a llorar de rabia y frustración. No había logrado olvidar nada...

4 comentarios:

tomas_hache dijo...

Nombre no sea paranoico Sr Guevara!...
saludos.

Ayax dijo...

Leí hace tiempo una novela de Bioy Casares que se llama El sueño de los héroes. Un personaje se obsesiona con lo que pasó durante la peda (que duró tres días) y la única manera (según él) de recordar las cosas es volviendo a agarrar la peda (de tres días) con las mismas personas y empezando en el mismo lugar... me gustó esa historia.

Realmente nunca olvidas a menos que sea como lo que le ocurrió al personaje de la novela (en el sentido de que no recuerdas qué hiciste o dijiste)

Anónimo dijo...

Lo más maravilloso de tus construcciones es que lo dejas a uno con varios personajes que se pudieran entremezclar, con sensación de que algo más ha de continuar... sería bueno que además de los cimientos hicieras poor construirlos horizontalmente...
Un saludo y un abrazo grande...

Anónimo dijo...

Te encontré pero sigues igual... En espera de un remitente...