jueves, noviembre 02, 2006

Escribiendo en la carretera

Camino a Monterrey, después de tomar una siesta y ver dos películas (una era en donde Heath Ledger la hace de caballero y otra donde Jim Carrey sale con Tèa Leoni)... no podía conciliar el sueño y una luna tenaz iluminaba sutilmente el llano paisaje chihuahuense... prendì la luz y me puse a escribir...

NO TE ODIO

Créeme, no te odio.
No te odio aunque tú así lo pienses.
No te odio aunque tus ojos, lanzas inmisericordes hagan ataques kamikazes.
no te odio aunque parezca que asì es, en realidad muestro los dientes porque tu nunca tendrías piedad de una sonrisa, porque si llegara y te hablara con consideración tu, en tu papel de autosuficiencia me escupirìas la cara sin siquiera mirarme a los ojos.
No, tampoco te odio por continuamente atacar desde tu hermético acorazado que sufre de un continuo motìn a bordo y que cada vez se va hundiendo más y más.
No, no te odio por este presente erosionado por la amargura de un pasado agridulce.
Los nuevos momentos están condicionados a la invisibilidad, preferimos esquivarnos y pensar que nos sentimos más seguros escondiendo el corazón de la mirada del otro.
El pasado quizàs se perdone, pero no se olvida.
Y aunque suene ridículo decirlo nuevamente: créeme, no te odio.


MALDIGO LOS RECUERDOS TUYOS

Maldigo los recuerdos tuyos, casi cada cosa me recuerda a ti, cada olor, cada lugar. Es difìcil estar aquí sin tener un recuerdo tuyo.
Dicen que después del rompimiento, para una buena salud emocional, uno tiene que deshacerse de aquello que te recuerde a esa persona.
Empecé a hacerlo, sin embargo no pude continuar.
Temdrìa que quemar cada pedazo de piel que tocaste.
Tendrìa que destuír cada centímetro de esta ciudad, pues no la concibo sin ser perseguido por tu fantasma.
Maldigo los recuerdos tuyos.
Maldigo el tenerte presente en cada pared que miro.
Maldigo las camas en donde dormimos, pero maldigo màs esta última, porque la compré para que cupiéramos mejor. Porque veo tu cuerpo desnudo, porque veo tu rostro decir mi nombre entre gemidos de pasión, porque veo tu espalda y tus piernas y porque recuerdo jadeante haberte dicho al oído que te quería.
Maldigo los recuerdos tuyos.
Sobre todo, porque ya no me queda nada más de ti...


CASA

¿Dónde está mi casa?
¿Es acaso el lugar donde pago renta y que no sé si mañana me echen?
¿Es casa el lugar donde llegué voluntariamente hace año y medio, en donde tengo una nueva vida, quizás no tan buena, quizás no tan mala... pero nueva?
¿Es Casa el lugar en donde se que, aún topame con malas caras y situaciones intoleantes , quedan éstas en segundo plano al ser recibido por las sonrisas y el afcto de muchos otros?
¿es casa el lugar que me da de comer ahora?
¿es casa el lugar que me amamantó?
¿es casa el lugar que apenas estoy conociendo?
¿es casa el lugar donde están aquellos con quienes creciste, donde están aquellos que conoces y te conocen?
Casa.
En este preciso instante, voy en un autobús camino a casa...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quién te entiende, amor? quieres guerra con quien te ofrece paz. Quieres distancia , cuando la cercania te ha hecho bien. Quieres dolor , porque te parece más familiar que la alegría. Quieres matar y ni siquiera sabes vivir.
¿Quién te entiende, amor?
Perdón, pero tenia que poner esto en algún lado, y el azar me trajo aquí.
Saludos y....¡viva la tristeza!

Guevara dijo...

Ajale... a ver, a ver... estas confianzitas no las siento cercanas... manifiéstate espítitu chocarrero!!!

Anónimo dijo...

Jajajaja, perdon, tu respuesta me sacó una buena sonrisa... espiritu chocarrero... jajajaja
En fin, solo para decirte de nueva cuenta que me identifico un montón con las maldiciones... ya sabes, pero yo ya me libré de ese fantasma que persigue y atosiga, de hecho ya no hay fantastmas en mi vida... hablé mucho de eso en mixtlialex0369.blogspot.com, igual si te das una vuelta, y está eso medio limpio de rompe y razga pero...
Dejo un abrazo, desde mi oficinita, en espera de que comience la consulta y que el día sea uno mejor que los últimos...
Chus

Eduardo Castañeda dijo...

Je je jé

"Maldigo los recuerdos tuyos.
Maldigo las camas en donde dormimos, pero maldigo màs esta última, porque la compré para que cupiéramos mejor. Porque veo tu cuerpo desnudo, porque veo tu rostro decir mi nombre entre gemidos de pasión, porque veo tu espalda y tus piernas y porque recuerdo jadeante haberte dicho al oído que te quería.
Maldigo los recuerdos tuyos.
Sobre todo, porque ya no me queda nada más de ti..."


Cualquier parecido con el pinche cuento del cepillito, es mera coincidencia, o pinchis viejas miserables que nos han tocado.
Arre pues, compa

Anónimo dijo...

nosè, de pronto siento que algo aùn en tu inconciente o en el muy conciente no te deja respirar con libertad, pero es grato leerte y leernos en lo tuyo, pues muchos aun maldecimos y no odiamos, dejamos de lado a un fantasma que persigue, y extrañamos la casa. besos muchos, que eleggua te abra los caminos y yemayà te cuide.
ciao